Cada una de las 12 habitaciones son exteriores, pudiéndose contemplar desde cada una la sierra que nos rodea y el Parque Natural de la Laguna Cumbre y Circo de Peñalara. Los paisajes que se disfrutan desde las ventanas son incomparables, ninguna casa o edificio impide la visión de los montes que nos rodean, convirtiendo el hotel en un privilegio para los sentidos.
El cliente podrá además de comer o cenar, degustar un rico desayuno, pasear por el agradable jardín o sentarse a deleitarse en un paraje inigualable.
Las habitaciones dotadas con cuarto de baño completo, teléfono, calefacción y sin televisión están decoradas de forma rustica pero agradable y relajada.
| RESERVAS